TALLER – RESIDENCIAL GESTION EMOCIONAL

Yo aprendí mucho, sobre todo a comportarme de forma diferente, ser más empático con la gente, preocuparme más por ella y sobre todo aprender a perdonar de corazón y querer también desde el corazón. También a abrirme más y comportarme más a menudo como un niño. Esta semana después del Residencial me he encontrado muy bien y he procurado ir haciendo lo anteriormente señalado. Anna, recibe un fuerte abrazo de F.

He asistido a un Residencial dirigido por Ana y me ha parecido increíble el trabajo que he realizado, y la información recibida. Han sido dos días que me han servido para mejorar mi vida totalmente y lograr, con un poco de esfuerzo y su ayuda, SER FELIZ!!! Al acabar el domingo, me sentía mucho más liberada de muchas cosas, tranquila y dispuesta a ser yo la responsable de mi VIDA!!!! Me he sentido llena de vitalidad y sabiendo lo que he de hacer!! Gracias Ana por tu entrega.

El Residencial fue una experiencia muy positiva. Me sirvió para desbloquear emociones, aligerar mi ánimo y estar de mejor humor en general. Anna hace las sesiones muy amenas y se siente su pasión para la sanación. En un mundo donde solo importa lo material, parece primordial destinar también tiempo al cuidado del alma. Mi grupo en especial fue francamente bueno: buena sintonía, mucho humor desde el principio y un entorno muy relajante. Lo recomiendo ¡!

No sé cómo describirlo, pues todavía y después de una semana post residencial siento verdadera admiración por los trabajos que se llegaron a realizar en el Residencial. Empático, divertido, ameno, desbloqueante, sanador y con Anna al lado es un «non stop» Te acompaña desde el minuto 0 hasta el final, siempre pendiente de ti y de tu proceso que estás trabajando en esos momentos. Increíble verla trabajar. No menos importante el entorno dónde estuvimos concentrados; montaña, rio, naturaleza pura.. ojala lo vuelva a repetir. Gracias.

Taller noviembre 2019 – Transformador

Renací, literalmente. Un antes y un después. Gracias Anna por tu acompañamiento, por tu conocimiento y gran profesionalidad, por tu cariño, apoyo y empuje.

Llegué al taller sin expectativas, con la mente abierta y con la mirada puesta en dejarme sorprender. Y, gratamente sorprendida, con un paso de gigante realizado e infinitamente agradecida es como salí.

El vínculo que se crea entre los miembros del grupo es tan natural y respetuoso que permite que el trabajo personal de cada uno de los compañeros/as se convierta en una ocasión mágica para avanzar en el propio.

Me acompaña una plena sensación de paz y bienestar que me anima a continuar, desde la comprensión, con mi trabajo personal.

Hasta pronto,

SDC